Muchos aficionados, periodistas y venezolanos en general seguimos con la resaca del histórico empate de la selección en la fecha tres de las eliminatorias al mundial del 2026 ante Brasil como visitante.
Una igualdad que ha recorrido el continente y el mundo tras una hazaña inédita de la Vinotinto, que frenó la racha de quince duelos ganando como local de la pentacampeona del mundo y que la hizo perder el liderado en la tabla de posición.
Han sido días mágicos, las redes se inundan del video del gol protagonizado por Eduard Bello en el estadio Arena Pantanal, y con razón, fue de chilena a minutos del final y ante la mirada fija de miles de brasileros que vieron como la Vinotinto se convierte en la primera selección a nivel mundial que logra igualarle en los diez minutos finales un compromiso al equipo amazónico.
Pero mañana en suelo Monaguense y con estadio Monumental de Maturín a reventar, no podemos sino ganar y conquistar los tres puntos ante Chile, los cuales nos pondrían tras cuatro jornadas como terceros si Colombia no suma ante Ecuador o mantener el cuarto puesto siendo la mejor posición que haya conseguido la selección en un trepidante arranque por un cupo a una justa mundialista.
Y sí, el idilio que nos hace sentir la actualidad de la selección no puede hacernos únicamente llenarnos de ego. Como dicen por ahí: “ni perder un partido te hace el peor de todos, ni ganar uno te hace el mejor del mundo”.