La filial de Samsung especializada en la fabricación de semiconductores está atravesando un momento delicado, luego que 2023 fue un mal año para buena parte de los diseñadores y los fabricantes de circuitos integrados.
Si nos ceñimos a los ingresos de Samsung, la caída durante 2023 fue de un 37,5 % frente a 2022, según Gartner, lo que parece haber puesto en alerta a los responsables de la compañía surcoreana.
Tanto es así que DigiTimes Asia ha confirmado que las previsiones a corto y medio plazo de esta compañía no invitan en absoluto a adoptar una actitud optimista. De hecho, según este medio, Samsung está reevaluando sus planes de expansión y ajustando su plantilla con el propósito de encarar el futuro con las máximas garantías posibles.
Además de esto, los ejecutivos de Samsung han decidido retrasar la construcción de su segunda planta de fabricación de semiconductores de vanguardia en Taylor (EEUU), y también en Pyeongtaek (Corea del Sur).
La compañía no se plantea cancelar estos dos proyectos; lo que va a hacer es retrasar la finalización de las obras de construcción y la compra del equipamiento involucrado en la producción de los semiconductores a ASML, Tokyo Electron y otras compañías.
Aun así, la primera fábrica de Taylor, que está ya avanzada, debería estar preparada para iniciar la producción de circuitos integrados en 2026.
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