Rusia lanzó esta mañana contra Ucrania tres misiles hipersónicos Kinzhal, de los que dos lograron ser derribados sobre la región de Kiev por las defensas aéreas ucranianas, según dijo este lunes la Fuerza Aérea ucraniana.
“Uno de los tres Kinzhal impactó en la zona del aeródromo de Starokostiantiniv, en el óblast de Jmelnitski”, explicó la Fuerza Aérea de Kiev en referencia a la base militar ucraniana situada en la citada región del oeste de Ucrania, que es objetivo a menudo de los ataques rusos.
Como es habitual cuando se trata de objetivos militares, Kiev no ha informado de las consecuencias del ataque a la zona del aeródromo.
Según la Fuerza Aérea ucraniana, los misiles Kinzhal -que son los más difíciles de interceptar del arsenal ruso- fueron lanzados desde tres aviones MiG-31K desde el espacio aéreo del óblast ruso de Tambov, en el oeste de Rusia.
Los aviones habrían desplegado, según el parte militar de Kiev, desde la base de Savasleika, situada en el óblast de Nizhni Nóvgorod del oeste de Rusia.
Kiev lleva meses reclamando a sus aliados que le envían misiles de largo alcance que le permitan emplearlos para golpear de manera sistemática las bases aéreas desde las que despegan los aviones rusos que bombardean Ucrania. Los socios de Ucrania no han accedido por el momento a levantar esta restricción por miedo a la reacción de Rusia.
Los misiles hipersónicos Kinzhal -que en ruso significa ‘daga’- son particularmente difíciles y costosos de interceptar y requieren de los sistemas antiaéreos más sofisticados, como los Patriot de fabricación estadounidense.
Ucrania tiene un número limitado de estos sistemas y buena parte de su territorio y de sus infraestructuras son vulnerables a los misiles rusos Kinzhal.
Además de los tres Kinzhal, Rusia lanzó contra territorio ucraniano otros tres misiles de distintos tipos que no pudieron ser derribados y un número indeterminado de drones de los que Ucrania derribó 32 y logró interceptar con interferencias radioelectrónicas otros 37.
El Ejército ucraniano recurre cada vez más a las medidas de guerra radioelectrónica para hacer que los drones rusos no alcancen sus objetivos.
Según el parte de la Fuerza Aérea ucraniana, algunos de los drones alcanzaron objetivos en la región fronteriza de Járkov, por la que también pasa la línea del frente.
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