La cantante estadounidense Madonna convirtió la playa de Copacabana de Río de Janeiro en la mayor discoteca del mundo con un histórico concierto en la noche de este sábado al que acudió un público calculado en 1,5 millones de personas, que no paró de bailar en dos horas y media de espectáculo.
La reina del pop no les dio respiro a sus admiradores y fue encadenando uno tras uno los mayores éxitos en sus 40 años de carrera ante un público, principalmente mujeres y personas del colectivo LGTBI, que coreó y bailó todas las canciones.
Te puede interesar 👇
Antonio Banderas: «En España no se valora lo que realmente vale»
Felipe Peláez celebra sus 20 años de carrera
Reik regresa a sus orígenes en el pop con «Panorama»