La venezolana Stefany Belandria, originaria de Guasdualito, en el estado Apure, logró una hazaña extraordinaria al convertirse, a la edad de 17 años, en la piloto más joven tanto de Estados Unidos como de Latinoamérica.
Su deseo de convertirse en piloto la llevó a dar sus primeros pasos en una academia en el estado Carabobo a los 16 años, sin haber tenido experiencia previa en la aviación.
En su localidad natal, los aviones militares que surcaban los cielos llaneros eran su única conexión con la aviación. A pesar de ello, se propuso alcanzar su sueño en un entorno en el que el aeropuerto local no operaba vuelos comerciales desde hace décadas.
Stefany, sin antecedentes familiares en la aeronáutica y con escaso conocimiento en el campo, tomó junto a sus padres la decisión de perseguir su vocación. Su búsqueda la llevó a Valencia, donde comenzó su formación como piloto. Sin embargo, debido a su edad, tuvo que obtener una autorización del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) para empezar el curso de formación.
A los 16 años inició su preparación, esperando cumplir los 17 años, la edad mínima requerida para obtener su licencia de piloto.
Durante su formación, Stefany alternaba sus estudios en el liceo con un curso de inglés y la preparación como piloto. A pesar de los desafíos, logró graduarse como bachiller, piloto y bilingüe.
Con información de EP