Este miércoles, al menos, 11 caninos fallecieron tras un posible envenenamiento. Ocurrió en la comunidad indígena Warao, parroquia Cachamay, en el centro de Puerto Ordaz, municipio Caroní.
Daniela Huber, proteccionista de animales, relató que otros tres cachorros están recibiendo atención tras presentar vómitos, babeos y ataques epilépticos que terminan en asfixia; síntomas de envenenamiento.
«En estos momentos están recluidos en la clínica Guayana, donde están siendo atendidos en caso de emergencia y los estamos resguardando», mencionó.
Huber lamentó la situación considerando que, distintos proteccionistas se han ocupado de alimentar a los caninos, destacando que en Ciudad Guayana es poco el personal que se encarga de la protección de los animales.
En ese sentido, enfatizó que por medios propios tratan de recaudar fondos para la esterilización de los animales, pues así evitan que se propague toda la natalidad de perritos abandonados.
«Siempre sucede esto, los envenena, atropellan, nadie los quiere adoptar fácilmente porque son mestizos, de la calle y es bien difícil para nosotros», sostuvo.
Huber señaló que lo sucedido ya fue denunciado ante las autoridades. Incluso, mencionó una comisión de la Policía del estado Bolívar estuvo en el sitio.
También se acudió a los representantes de Misión Nevado para iniciar las averiguaciones respectivas.
Ante esto, extendió un llamado a la ciudadanía para que haya reflexión y comprensión. «Hacemos un llamado para que la gente que los vean los alimenten por lo menos, si los ven sedientos, póngale un poquito de agua, comida; no les den patadas, que eso es lo que sucede bastante. Reduzcan la velocidad cuando los vean en las calles».
«No queremos que suceda, queremos que se escuche, aquí más que todo en Ciudad Guayana, que es lo que está sucediendo y evitar que nuevamente pasé. Que respeten la vida de los animales», concluyó. Rosangely Bruces
