noviembre 22, 2024

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Manchester City mantiene el ritmo por la Premier League

La Premier League ya es un mano a mano entre Arsenal, líder con un partido más, y un Manchester City que no necesitó acercarse a la mejor de sus versiones para sostener el pulso a base de eficacia en casa del Nottingham Forest, explotando la diferencia de pegada y el ‘factor De Bruyne’ en el regreso con gol de Erling Haaland.

Tras la dimisión del Liverpool de la pelea por la liga, el Manchester City respondió con eficacia a la exigencia que le marca el Arsenal para su cuarta conquista de título consecutiva. Sin brillantez, con menor fluidez en su fútbol. Por momentos endeble a las embestidas repletas de coraje del rival. Salvado por la falta de acierto de Wood y el oportunismo de Gvuardiol, jugador que se instala en los mejores números goleadores.

En uno de esos experimentos ‘made in Guardiola’. Alejando por momentos del lateral a un jugador que ya mostró ante el Real Madrid y el Luton que está de dulce. En esta ocasión no fue un golazo desde fuera del área con la diestra, como en ambos partidos. Apareció al primer poste para sorprender al rival y cabecear el primer regalo de Kevin De Bruyne, el futbolista diferencial que decide el rumbo de los partidos.

El triunfo era imprescindible para que el equipo de Guardiola siga dependiendo de sí mismo. Le tocó trabajarlo en un terreno donde la pasada liga se dejó dos puntos, ante un Nottingham Forest que pelea a un punto de caer al abismo. Eso sí, sin complejo alguno ante el vigente campeón. Castigando con velocidad y transiciones rápidas. Avisando ya a los 25 segundos de que cualquier despiste podía costar caro. Apareció Neco Williams en el segundo palo y Gvardiol para salvar el tanto.

No le funcionó como deseaba el plan de partido a Guardiola. En uno de esos días en los que Doku no estuvo fino en el desborde. Con Julián Álvarez desconectado en la zona del 9. Sin que Bernardo Silva encontrase vías por las que generar peligro. Rodri, incansable en el robo, y De Bruyne, asumieron la responsabilidad.

Ambos se encontraron en el primer aviso, con el recorte de De Bruyne y el disparo al palo largo que sacó la estirada de Sels a los nueve minutos. Pero el partido estaba abierto. El Notthingham Forest sentía que podía dañar. Gibbs-White chutaba cerca del larguero una falta tocada con delicadeza y Ederson sacaba un disparo seco de Williams. A balón parado sufría el City.

La diferencia la marcaron los millones de euros que diferencian unos jugadores de otros. Wood falló lo que nunca se debe perdonar ante un grande. Primero de cabeza, rematando arriba el centro perfecto de rosca de Gibbs-White. La precisión la puso Gvardiol en el testarazo al saque de esquina de De Bruyne.

Y posteriormente con dos fallos groseros de un punta. Solo para empujarla Wood a los 38 minutos. En boca de gol, libre de marca, enganchando mal de primeras el balón. Repitiendo a los 47 minutos, de nuevo a dos pasos de la línea de gol pero esta vez conectando bien el disparo pero topándose con Gvardiol. Tres ocasiones que rondarán por su cabeza durante horas.

Salió indemne de su siesta el City, que perdió por el camino de nuevo a su portero titular, con un fuerte golpe en un hombro que provocó posteriormente una mala salida y un balón llovido del cielo que no supo precisar Murillo. La mayor agresividad del Nottingham Forest no encontró el premio del gol y los cambios de Guardiola al descanso, tres de golpe, y la entrada a escena de Haaland, cambiaron el panorama.

La presencia del noruego dio libertad de movimiento a Julián Álvarez que lo agradeció en segundos. Acarició el larguero con su zurdazo tras el pase al espacio, como no, de De Bruyne. El City olía la sangre y sentenció cuando quiso. Con su rival rebajando la velocidad, comenzando a sufrir tras el desgaste y a correr tras el balón.

Salvado por su portero con el vuelo al disparo colocado de De Bruyne pero finalmente superado cuando el mismo asistente, en su pase de gol 16 de un curso del que se perdió meses por lesión, presentó a Haaland el mano a mano ante Murillo, para recortar zurda y definir, con la calidad que le faltó a Wood, de diestra a la red.

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